lunes, 31 de octubre de 2011

Texto propio, perdona mi tardanza, pero he tenido distintos problemas que me han obligado ha retrasar mi subida de los ejercicios

El siguiente texto que he elaborado posee una estructura inductiva, ya que podemos ver a idea principal al final.

El sábado por la mañana tenía competición en Granada. Esta vez no me fui el día ante como de costumbre. Salimos a las siete y media de pinares mi madre y yo, nos acercamos por Alfonso a Lepe y luego a por Alicia a Huelva, en total unos cuarenta y cinco minutos perdido que podía haber aprovechado en la cama.
Llegamos a Granada, Padul, donde era exactamente la competición, un pueblo con pocos habitantes  muy cerca de Granada. La competición si hizo allí, ya que dispone de un perfecto pabellón y buenas gradas y además, cae cerca a todos los competidores.
Esta vez no me encontraba  muy agosto con migo mismo. Porque mis pensamientos me pasaban una mala jugada, ya que iba a una competición absoluta ( para todas las edades) y abierta ( que era una competición a nivel andaluz y estaba abierta para competidores de otras comunidades). También, pensaba que no estaba muy preparado y que todavía no estaba a punto.

Empezaron todo el mundo alrededor de las dos y veinte, para llegar a calentar muy bien. Mientras calentaba me daba cuenta que mi compañero de calentamiento no estaba y como siempre llegaba tarde. Eso me hizo retrasar mi calentamiento unos minutos. Al fin y al cabo termine de calentar bien y empezó la competición a las tres de la tarde.

La competición empezó, pero me resulto raro escuchar por megafonía que comenzaba la categoría de los pesados. Mi peso fue uno de los ultimo en empezar, yo de mientras seguía nervioso por mi debut.
Al fin me llamaron, iba con el traje azul. Comenzó el combate, esta vez cambio toda mi filosofía del judo, empezando a atacar siendo puro diestro, como de costumbre soy falso zurdo. Tras dos minutos de randori, es decir, combate, seguía dominado claramente yo. Y le metí una de mis mejores técnicas que había hecho en competición. Elevando al contrincante por los aire y lanzándome encima sin 0pensarlo.
El segundo combate me tocaba con una persona mayor alrededor de treinta años. Entonces, tendría que pensar con antelación que hacer y no arriesgarme ya que como dice mi entrenador es un “perro viejo”.  Ese hombre estaba muy fuerte pero pude ganarle por dos faltas que es un juko.

En el tercer combate me tocó con uno de los ms difíciles de mi peso, Jaime Fernández, que ha cogido varias veces medalla nacional. Mientras transcurría el combate,  sobre el minuto  2 de combate,  me quede sin escuchar nada, solo pequeños sonidos que me daban ánimos y miraba a cámara lenta a mi alrededor, como si estuviese este metido en mi mente cuando visualizo los combates antes de salir ha hacer el combate o simplemente cuando estoy tirado en mi cama.
Al final gane y junto a mi entrenado nos alegramos mucho, ya que fue un randori difícil.

Por último,  el último combate fue contra Miguel Borrallo, otro de los pesos pesados de mi peso. Como en el otro combate lo hice genial, pese a mi derrota por un mínimo fallo, pero estaba orgulloso de mi combate.

Tras terminar el último combate con Miguel, termino mi competición. Estaba muy contento de mis resultados en la competición.
Después de la competición me he dado cuenta que tengo un buen nivel para estar en lo más alto en la competición a nivel nacional. Además, me ha dado mucha más fuerza para entrenar todos los días, haciendo muchos sacrificios en mi vida. Ya que recompensas como esta vale la pena sacrificarse.

1 comentario:

  1. Hugo, si tienes explicaciones o justificaciones, es mejor que las des en clase, no en el título de tu trabajo. La ortografía: tu eterno problema. Repásala, por favor

    ResponderEliminar